El comienzo de todo

Siempre he sido la niña "buena". La que no le daba problemas a sus papás, la que siempre se sacaba buenas notas, la que cumplía con todas las reglas. Sólo con una persona no era así: con mi abuelita, mi bueli. Con ella era simplemente una niña, y más tarde una adolescente. Peleábamos TODO EL TIEMPO. Debo reconocer que era insolente con ella, que a veces le gritaba. Pero ella me quería igual. Mi abuelita ME AMABA. Era la única persona que me amaba a MÍ. No estoy diciendo que mis padres no me hayan querido, tengo padres geniales, muy cariñosos. Pero la verdad es que ellos no me conocían, sólo conocían a mi versión no problemática. Y sólo puedes amar lo que conoces.

A los 16 años mi mundo se derrumbó. Un domingo en la noche, mi abuelita empezó a toser. El miércoles ya estaba en la UTI, tan llena de cables, tan indefensa...Cuando entraba a verla por 3 minutos, lloraba después por 2 horas seguidas. Murió en la madrugada del domingo. Y ese día yo empecé a morirme. Pasé toda la semana siguiente dando botes por distintas casas, de mis tíos, de mi mejor amiga, etc. No sé dónde estuve, no lo recuerdo. Pero sé donde estaba el lunes siguiente. Estaba en mi casa, SOLA. La casa estaba vacía. Había eco. YO estaba vacía, perdida, no era capaz de entender que el sol saliera, que la gente se moviera, que la vida siguiera. El mundo giraba, se movía y yo estaba mareada, perdida, desamparada.Sentía como si me partiera en pedazos. Y llamé a mi pololo para que me ayudara a parar. Para que me abrazara. Para que me mantuviese entera con un abrazo, para que impidiera que los pedazos de mi yo roto cayeran al piso. Pero no fue eso lo que ocurrió...