miércoles, 16 de diciembre de 2009

Algo bello parte 3

Me pasé ese día revoloteando por el DCC. Tenía unos amigos estudiando ahí, estudié un rato, conversé otro rato, y por supuesto, fui a jotear a mi amor varias veces. Como a las 6 le pregunté si me llevaba a mi casa (él andaba en auto y yo a pata). Nos fuimos caminando hasta el estacionamiento de bachillerato, llegamos al jeep, él abrió la puerta del conductor...pero yo no me fui al lado del copiloto. Me quedé del lado del conductor, frente a él y lo acorralé contra la puerta. Era obvio que él me quería y yo ya sabía que lo adoraba, por qué esperar más?(y por supuesto venían las vacaciones, y podía aprovechar para pasar más tiempo con él :P). Me miró, entre divertido y confundido por mi acoso, yo puse mis manos alrededor de su cintura y él hizo lo mismo. Nos miramos laaaaargo rato. No sé cuánto la verdad. Pero para mí, en ese momento, el tiempo se congeló, la Tierra dejó de girar, el Universo se paró. O nosotros quedamos fuera de todo. Porque cuando empezó a besarme yo supe que estaba en el lugar perfecto en el momento perfecto. Supe que TODA MI VIDA había estado esperando ese momento. Supe que TODO iba bien en el universo, y acepté todo lo sufrido antes. Porque si me había llevado hasta ahí, valía la pena con creces.

Mi profesor de ética, decía que existía más de un tiempo: Cronos, el tiempo que medimos, el de los hombres, que siempre avanza. Aevum, la eternidad, el tiempo de los dioses. Y Kayrós es el tiempo atemporal. Kayrós es el momento, el instante en que el tiempo de los hombres coincide con el tiempo de los dioses. Kayrós es un presente eterno. Ése fue mi kayrós. En algún lugar, en algún tiempo, en alguna dimensión, yo estoy aún ahí, en ese estacionamiento, con el sol despidiéndose, una brisa cálida soplando, besando al amor de mi vida. Siempre voy a estar ahí.

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